El Teatro nos devuelve al juego, a la imaginación y al cuerpo… nos desatasca, nos desbloquea, elimina las capas que nos hemos ido poniendo a lo largo de los años, y se lleva de golpe todos los juicios.
La comedia nos devuelve a la humildad, a enamorarnos de nuestra parte más torpe, y acaba con la fantasía de ser mejor o peor que el resto.
La Terapia Gestalt nos da la base para trabajar nuestros miedos y anhelos más profundos sobre suelo firme; nos conecta con el presente y nos conduce a la integración cuerpo- mente.
La atención plena (mindfunless) nos entrena para que nuestra relación con el presente sea lo más fiel posible.
Y el trabajo con la voz y el canto es un viaje seguro hacia la alegría.